jueves, 10 de abril de 2014

El Hombre postorgánico: "TECNOCIENCIA"


“Las verdades también son construidas, tienen una historia y, como diría Deleuze, cada época tiene la verdad que se merece.” (Sibilia, P., 2009: pp. 43)
La sociedad ha sufrido cambios en las últimas décadas. Como consecuencia, se ha pasado de una sociedad de disciplina donde se ejercía el control en ciertos ámbitos (escuelas, hospitales, cárceles, entre otros), a una sociedad de control, con nuevos modos de subjetivación (de ser), donde el sujeto pasa a ser consumidor. Por tanto, en esta nueva sociedad, el control ya no sólo se ejerce en ciertos ámbitos, sino que ahora es constante, con tiempo y espacios flexibles.
LA INDUSTRIA: EL TITÁN DE LA MODERNIDAD
Aquella llamada sociedad de disciplina que tiene sus orígenes en la época industrial tenía ciertas particularidades que recuerdan al titán Prometeo de la mitología griega. Cuenta el mito que Prometeo proporcionó  a los hombres el fuego arriesgándose a ser castigado por los dioses.  Entonces, ¿Por qué este titán representa la modernidad?. Esta representación que es de manera metafórica se debe a que la sociedad denominada prometeica se caracterizaba por apuntar al bien común de la humanidad, situando al conocimiento científico como aquel que mejora las condiciones de vida a través de la tecnología. El desarrollo gradual de este pensamiento llevaría a la construcción de una sociedad racional, con base científico –industrial. En consecuencia, se cree en el progreso, y en el papel liberador de la ciencia. Sin embargo, esta tradición tiene límites con respecto a lo que se puede conocer, hacer y crear. El cuerpo, por ser débil, era perfeccionado, se “normalizaba” aquello que no encajaba en lo dictado como “norma”, pero sin quebrar las fronteras impuestas por la “naturaleza humana”.
Por lo tanto, las herramientas características de la tradición prometeica son aquellas utilizadas en la sociedad industrial.
 La película "Tiempos modernos" de Charles Chaplin es un claro 
reflejo de lo que fue la sociedad industrial

FAUSTO, EL LÍDER DEL CAPITALISMO POSTMODERNO
Así como la sociedad de disciplina remite al mito de Prometeo, la sociedad en la cual vivimos, denominada postmoderna o de control (según Foucault) nos lleva a pensar en el mito de Fausto (de origen incierto).   Este relata que Fausto pierde el control de las energías de su mente, y éstas toman vida propia de manera explosiva; Fausto animado, pacta con el diablo para superar a sus propios deseos y posibilidades, y así obtener un crecimiento infinito, lo cual podría desatar las potencias infernales.
Si llevamos este mito al análisis de la sociedad actual podemos contemplar que la meta de los procedimientos científicos es comprender los fenómenos para ejercer la revisión y el control sobre los mismos.
De este modo, la sociedad fáustica se caracteriza por impulso hacia la apropiación ilimitada de la naturaleza (humana y no humana), por esto se lo relaciona con el capitalismo, debido a que este último, al igual que en las sociedades fáusticas, tiene un impulso hacia la acumulación ilimitada de capital.
El conocimiento fáustico pretende ejercer un control total sobre la vida y superar las limitaciones biológicas de carácter material del cuerpo humano, la cual limita las potencialidades y codicias de los hombres. En consecuencia, el mayor obstáculo que existe para los hombres es la muerte.
La tradición fáustica, crea nuevas modalidades, de inspiración digital y electrónica que manifiestan la capacidad  de modelar materias vivas e inertes.Así pues, el proyecto tecnocientífico actual parece atravesado por un impulso que ignora  los límites que solían delimitar al proyecto científico prometeico. (Sibilia, 2009)






1 comentario:

  1. Me gusto la síntesis que realizaste del capítulo de Sibilia. Con palabras propias definiste conceptos que para mi en un inicio fueron complicados de comprender en el texto original. El desarrollo de la idea de cada mito y la relación de estos con las distintas sociedades creo que fue la clave.
    Saludos!!!

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